Cuando Clint Eastwood mataba forajidos en la sierra de Madrid
Un libro recupera la historia olvidada del ‘spaghetti western’ y desvela que en la Comunidad de Madrid se rodaron más películas del Oeste que en Almería


Un hombre sin nombre llega a San Miguel, un pueblo fronterizo del Oeste americano donde lo reciben a tiros. Su caballo echa a correr. Impasible, desmonta y entra al salón.
—“Nadie viene ya a jugar. Aquí pasamos el tiempo entre entierros y funerales”, le suelta a bocajarro el dueño del salón.
—“Sí, nunca vi un pueblo tan muerto”, responde el vaquero.
—“Aquí no hay más que viudas. Solo eres respetado si matas a otro. Por eso ya nadie trabaja”, añade el mesonero.
Sin embargo, el enterrador está ocupado a jornada completa y puede tomar las medidas del futuro finado con tan solo un vistazo. En la siguiente imagen, una diligencia cruza el río Bravo, que separa EE UU de México, y sufre una emboscada a tiros. Nadie está a salvo en el salvaje Oeste.

Este es el arranque de Por un puñado de dólares y ese Oeste, nadie lo diría, es Madrid. Aquella película del italiano Sergio Leone lanzó a la fama al hasta entonces desconocido Clint Eastwood y supuso el espaldarazo definitivo al spaghetti western, un género que bebe de las películas del Oeste de EE UU pero rodado en Europa. Muchos creen que estos filmes se rodaron en Almería, pero pocos saben que Madrid fue un plató mucho más habitual: en la región se rodaron 200 películas del Oeste, por 156 en el desierto almeriense. [Fotogalería: Así despegó el cine del Oeste en la Comunidad de Madrid]

En Por un puñado de dólares, el pueblo fronterizo al que llega Eastwood es Golden City, el primer poblado del Oeste erigido fuera de EE UU; estaba situado cerca de Hoyo de Manzanares. Aunque sirvió de escenario a muchas otras películas, hoy no queda en pie nada de todo aquello, salvo dos abrevaderos y un informativo. El río que cruza la diligencia es el madrileño Alberche, mientras que algunos interiores están rodados en varios recintos de la Casa de Campo. El 90% de la película se hizo en Madrid y tan solo el 10% en Almería. Para completar su mítica Trilogía del dólar, Leone rodaría después La muerte tenía un precio en Hoyo de Manzanares y El bueno, el feo y el malo, donde podemos ver a Eastwood en La Pedriza, en plena sierra madrileña, y en el poblado Lega-Michelena, junto a Colmenar Viejo, del que solo permanecen unos cimientos y un de información.
“La Comunidad de Madrid fue muy importante en este fenómeno, porque aquí se rodó la primera cinta de Sergio Leone con la que empezó el boom de este tipo de películas”, explica Javier Ramos, que acaba de publicar El cine del Oeste en la Comunidad de Madrid (La Librería), libro que repasa este pasado cinematográfico olvidado. Aficionado al western desde niño, Ramos se enganchó a la Trilogía del dólar y descubrió que muchos de los escenarios eran madrileños. Así empezó a investigar para trazar una historia sobre este prolífico fenómeno que ahora se ha convertido en libro. En su búsqueda se apoyó en otro enamorado de este género, Ángel Caldito, coautor del libro, que falleció durante el proceso de publicación.